SEGUIMOS CON LA INTOLERANCIA

En la pasada Asamblea Nacional de Estudiantes que se realizó este Viernes 22 en el Estadio Universitario, la cantante Soledad Bravo participó en el acto dedicando su primera canción (Canción del Elegido) al dirigente estudiantil de la Universidad de Los Andes (ULA), Nixon Moreno, quien solicitó hace varios meses asilo politico en la Nunciatura Apostolica. Al parecer a mucha gente no le pareció bien que la cantante haya elegido esta canción del trovador cubano Silvio Rodríguez, ya que al igual que Pablo Milanes y Ali Primera se les considera (como ya muchos sabemos) cantantes del pueblo, pero de un pueblo que en este caso no es todo el pueblo venezolano sino solo de cierto sector. Por tanto los demas nisiquiera deberiamos pensar en escucharlos. En You Tube circula un video editado por el canal de "todos los venezolanos" en el que se critica su actuación. De ahora en adelante habra que limitar a nuestros oídos a escuchar solo ciertos sonidos musicales ya que en este país y en esta epoca parece que la música ya no es un lenguaje universal.

SERES ESPECIALES

Así suelo llamarle a aquellas personas que con su mirada lo dicen todo, o casi todo, que cuando aparecen en un sitio hacen presencia, con los que encuentras niveles de comunicación impresionantes, los que escuchan y entienden lo que quieres decir con tu silencio, con los que al conversar aun no terminas la frase cuando ya sabes lo que quieres decir, los que parecen conocerte en breves instantes mejor que muchos, los que defienden sus ideas con convicción, los que suelen tener pureza de sentimientos, los que te hacen sentir comoda, los que viven y disfrutan de su estilo de vida, los que son desprendidos de recurso material alguno, los que se asombran al descubrir otras sensaciones y estilos hasta ahora desconocidos, y tienen el talante de respetarlos y vivirlos aunque sea por breves instantes.

Al sentarse a pensar y ver que has estado ante la presencia de estos seres, no te lleva a otra, más que a agradecer infinitamente el haber tenido la oportunidad de conocerles, de compartir y de haber aprendido que como dicen en Venezuela entre gustos y colores no han escrito los autores, y que por tanto hay tanto estilos de vida como personas hay, con concepciones propias, criterios defendibles, tolerantes ante la opinion de los otros. Quedan también sensaciones muy bonitas como el poder reconocer la sinceridad en el otro, la bondad y la confianza desmedida, valores que hoy en día no se concentran en un solo frasco, ni se encuentran a la vuelta de la esquina. En pleno siglo XXI en el que estamos inmersos en nuestras propias carreras diarias, horarios y rollos mentales y en el que los dias pasan sin darnos cuenta, resulta curioso el conseguirte con personas que llevan el ritmo que ellos mismos se imponen, pareciera que estos llevaran las riendas de sus propios destinos para que anden por las sendas que ellos quieran que recorran, con la seguridad y la conviccion de que ese es “el camino”. Lo mejor es que a la final lo curioso resulta encantadoramente enriquecedor.