MUY AGRADECIDA

En algunos casos nos toca agradecer la ocurrencia de algunos fenómenos históricos, que si bien fueron dolorosos para muchos millones de personas, hoy en día permiten a otros tantos ser lo que son, tener lo que tienen y soportar lo que soportan. Y es que la historia para bien o para mal deja efectos psicológicos en sus protagonistas, y algunos de ellos; no se si consciente o inconscientemente, aportan su granito o mas bien un bloque, y no de arena precisamente sino de errores, lo que hace que estos efectos se profundicen y lleguen al punto de manifestarse de la manera mas impredecible e imprudente del mundo. A pesar de ello es necesario reconocer el ineludible origen de esta situación y entender que las cosas son porque son y hay que convivir con ellas, lo mas interesante e inexplicable de todo esto es saber que hay sentimientos tan intensos que se sobreponen a lo ilógico de algunos de estos comportamientos y es allí cuando entra en acción una sensatez y una paciencia disfrazada (aunque tengas las orejas rojas a reventar) por hacer que pase el momento, y evitar situaciones peores. Insólito es también vivir esos cinco minutos después del huracán, como si nada hubiera pasado, como si al tiempo le hubiesen apretado el botón de stop, le pegaron cuatro gritos y siguió como si nada, a la final no queda otra que acostumbrarse y reírse de esos momentos, aunque en algunos se te suba el apellido a la cabeza y te provoque salir corriendo. De momento toca agradecer infinitamente lo que se tiene al lado, y agradecer también que la historia se haya manifestado como lo hizo, ya que de todo esto no queda sino un gran aprendizaje y la profundización de un sentimiento cuya razon de ser tiene como condicion imprescindible la felicidad del otro.