martes, 28 de agosto de 2007

WHERE ARE WE GOING TO GO?

Destrozos causados por inundaciones o incendios, imperios que se caen y otros que surgen, maquinas que fallan, sociedades insaciables y desagradecidas, pueblos reincidentes, mentes soberbias que no dan cabida a los puntos medios, la ciencia que se queda corta ante los nuevos males, el tiempo que no se detiene ante nada y ante nadie. Siempre hemos sabido que la duración de nuestra vida en la tierra así como la de este planeta, es finita, lo que se dudaba hace muchos años atrás era cual iba a ser la causa de ese fin, se tenían hipótesis como la de que un meteorito muy grande chocaría con la tierra y acabaría con ella, otros señalaban que el sol en algún momento estallaría y con sus altas temperaturas desaparecería cualquier tipo de vida humana en la faz de la tierra, todos estas hipótesis tenían en común que eran causas ajenas a la acción humana y obedecían mas a una razón científica, hoy viendo todo lo que nos rodea, no es extraño pensar que seamos nosotros mismos, el hombre con su accionar, quien ira acabando con lo que una vez le sirvió de hábitat. Y no podemos excusarnos en que venimos arrastrando consecuencias de lo que hicieron generaciones pasadas, porque en el quehacer diario tampoco se aprecian nobles acciones que contribuyan a que la situación mejore. Hay gente que dice que la única solución para salvar el mundo es la extinción del ser humano y dudo que lo sea, un mundo sin vida humana de que serviría, la compatibilidad habrá de ser posible solo que de momento no se tienen buenas perspectivas, aun siendo así la frase de Martín Lucero lo dice todo “Aunque supiera que mañana el mundo fuera a desmoronarse, de todas maneras plantaría mi manzano”.

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